Viajar a Egipto con niños puede ser una experiencia mágica. El país de los faraones fascina a grandes y pequeños por igual: pirámides que parecen sacadas de un cuento, templos gigantescos, paseos en camello y cruceros por el Nilo que parecen trasladarte a otra época. Pero para disfrutarlo sin estrés, conviene planificar bien cada detalle.
Elegir la mejor época para viajar
Aunque Egipto se puede visitar todo el año, con niños es recomendable evitar los meses más calurosos (junio a agosto). El invierno y la primavera —de noviembre a abril— ofrecen temperaturas agradables y días más suaves para recorrer templos o navegar por el Nilo sin agotamiento.
Itinerario ideal para familias
Un viaje de entre 8 y 10 días permite conocer los lugares esenciales sin prisas:
- El Cairo: las Pirámides de Giza y el Museo Egipcio son un buen punto de partida.
- Luxor y Asuán: los templos de Karnak, Hatshepsut o Abu Simbel sorprenden a los niños por su tamaño y colores.
- Crucero por el Nilo: una forma cómoda y divertida de moverse entre ciudades, con piscina y entretenimiento a bordo.
Si viajas con niños pequeños, evita los trayectos muy largos por carretera y reserva siempre alojamientos con aire acondicionado y buena ubicación.
Actividades que encantan a los niños
- Paseo en faluca por el Nilo al atardecer.
- Visita a un zoco local, donde pueden aprender a regatear y descubrir especias, telas o papiros.
- Explorar tumbas en el Valle de los Reyes como pequeños arqueólogos.
- Montar en camello o en calesa (siempre con precaución y proveedores de confianza).
También hay parques temáticos y museos interactivos, especialmente en El Cairo, ideales para días más tranquilos.
Consejos prácticos
- Protección solar y agua embotellada siempre a mano.
- Lleva ropa ligera y sombreros, pero también algo de abrigo para los trayectos en tren o las noches del desierto.
- Contrata traslados privados o excursiones organizadas para evitar esperas con niños.
- Asegúrate de que los hoteles cuenten con opciones familiares o habitaciones comunicadas.
Egipto, una aventura para toda la vida
Viajar a Egipto en familia es mucho más que visitar monumentos. Es una oportunidad para despertar la curiosidad de los niños por la historia y otras culturas. Con un buen plan y un ritmo adecuado, el país de los faraones se convierte en una experiencia inolvidable para todas las edades.




